¿Quiénes son los
responsables de cuidar la ciudad y evitar desmanes? Según la regla, en Uruguay,
es la Policía.
Aunque los jerarcas policiales consultados abren
el paraguas y acusan que no son solamente ellos quienes deben evitar que
ocurran este tipo de hechos, sino que además, los guardias de seguridad
privados que contratan los distintos locales bailables, deben estar atentos
para prevenir los hechos de violencia que se susciten tanto en el interior de
esos boliches como en los alrededores del mismo y más si un hecho de estas
características ocurre frente al local donde trabajan.
Pero incluso, cuando ya es tarde y los problemas
comenzaron, para evitar que los mismos pasen a mayores, deben intervenir para
disuadir este tipo de conflictos, más allá de su responsabilidad por la labor
específica que están cumpliendo en ese momento, sino que por sobre todas las
cosas, por su deber como vecinos de la ciudad de calmar los ánimos ante un
hecho de estas características.
Empero, nadie intervino, el problema ocurrió,
una persona resultó gravemente herida y al menos otras cuatro tuvieron lesiones
de distinto tipo, según han expresado, todo por una riña que comenzó en
el interior de un local bailable y que se trasladó hacia el exterior del lugar,
donde los guardias de seguridad dejaron a su suerte a los involucrados y tras
ver las dimensiones a las que llegó el hecho denunciaron el caso a la Policía
que llegó cuando pudo y cuando uno de los protagonistas presentaba heridas ya
de gravedad.
El caso suscitó el debate y hoy nadie se hace
cargo y todos se sacan chispas. El pasado domingo salio en un diario local de
la ciudad de salto un intorme donde se presentan algunos de los problemas que
se han suscitado en los últimos tiempos en la movida nocturna de la Costanera
Norte, la palabra de quienes están a cargo de la seguridad, así como también,
algunos de los aspectos que dejó entrever como foco de problema el último
conflicto de notoriedad por la gravedad del episodio.
A continuación presentamos el informe presentado por este
diario y algunas cosas que Mirada Salteña logro saber.
Insp. Gral. (r) Carlos Ayuto
Jefe de Policía dijo que “hay
seguridad” en la Costanera y que usualmente el lugar “es tranquilo”
Para el Jefe de Policía de Salto, el inspector
general retirado, Carlos Ayuto, cuando se produjo la riña en la Costanera
Norte, el pasado domingo 15 de julio, en la que una persona terminó internada
en CTI con graves lesiones en su cabeza, sus policías actuaron dentro de los
márgenes que tenían para hacerlo, es decir, llegando en el momento en que
fueron llamados y en el tiempo que su tarea, de atender a miles de habitantes
con tres a cuatro funcionarios en un móvil por turno, se lo permitía.
Consultado sobre los temas de seguridad en la
Costanera y el caso de la riña que conmocionó al país días pasados, el máximo
jerarca policial local también dijo que hay que tener en cuenta, que el
conflicto “no se dio en el medio del campo, sino en la vereda de un local bailable,
en cuyo interior se había originado el incidente”, y que cuando esto ocurrió,
los funcionarios de seguridad privada del local “los sacaron a la calle y
dejaron que se arreglaran allí. Pero estaban en la vereda del boliche y
tendrían que haber actuado para frenar la pelea y avisar con tiempo a la
policía de lo que estaba ocurriendo, sin embargo, lo hicieron mucho tiempo
después”.
NO HAY MAGIA
Por esta razón, Ayuto dijo que “no todo pasa por
la Policía, no somos magos que vamos a terminar con todos los problemas, vamos
cuando se nos llama, pero mientras no podemos adivinar lo que está pasando. Y
acá hay responsabilidad de la gente de seguridad de los locales que debieron
por lo menos denunciar el caso cuanto antes”.
No obstante, dejó entrever que este tipo de
problemas “no se dan asiduamente”, sino que indicó que se trata de “casos
aislados”. Más allá de esto, el hecho es preocupante y sobre todo teniendo en
cuenta que la policía realiza operativos de seguridad en momentos en que las
fechas lo ameritan. “Lo que pasa que en las fechas especiales, como las fiestas
tradicionales, la Noche de la Nostalgia o semana de turismo, hay una
confluencia muy importante de personas que llegan al lugar”, dijo el jerarca
policial.
Aunque destacó que la concurrencia a la movida
nocturna los fines de semana, “es relativa”. Señaló que muchas veces van miles
de personas y en otros casos no tanto. Pero que la situación de seguridad por
lo general “es buena”.
Ayuto manifestó que en ese sentido “hay
patrullaje por la costanera, hay policías que recorren el lugar,
independientemente de los que son contratados como 222 en los locales
bailables, y hay seguridad en la Costanera. Pero hay que destacar que
usualmente el lugar es tranquilo, no es un lugar de riesgo y este tipo de hechos
como del que estamos hablando (la riña) es algo puntual, no pasa siempre”.
NIVEL ÓPTIMO
“En Salto tenemos un nivel de seguridad que no
podemos perder, que es bueno a nivel país, en proporción a la población y a la
capacidad de respuesta que tiene la policía, y que en ese sentido, nosotros
sabemos que debemos cuidar vigilando y actuando en los momentos que son
oportunos”, señaló.
No obstante, la Policía de Salto cuenta con unos
600 efectivos policiales de los cuales, cerca de la mitad son los que están
destinados a patrullar las calles. Mientras que la otra parte se deriva en las
distintas reparticiones que tiene la Policía como los grupos de apoyo, la
Brigada Antidrogas, la Dirección de Investigaciones, Violencia Doméstica,
tareas administrativas y policía comunitaria.
A esto, hay que descontarle los policías que
están de licencia reglamentaria, por enfermedad, libres en sus casas y las
bajas por retiros que se dan cada año que usualmente, superan al número de
ingresos.
“Esto genera un impacto negativo en la cantidad
de uniformados destinados al patrullaje, en momentos en que la población local
ha crecido en forma considerable. Los barrios se han multiplicados y la
degradación de valores en la sociedad ha generado problemas de convivencia
bastante serios, que después se ven reflejados en problemas como el que vivimos
de una riña entre varios jóvenes que terminó con uno de ellos internado en
CTI”, contó el jefe de Policía de Salto, Carlos Ayuto.
Individualizan a los revoltosos
y los sancionan en forma colectiva
Guardias divulgan sanciones que
adoptan ante un conflicto para que se cumplan en todos los boliches
Los guardias de seguridad privado usan códigos
entre ellos, más allá del local bailable al que pertenezcan, con la finalidad
de poder identificar los problemas que se registran entre los concurrentes a
los distintos locales bailables. Para esto dialogamos con el empleado de
un local bailable quien comentó aspectos de la tarea que realizan.
Detalló la modalidad de sanciones que se les
impone a las personas que participan de hechos violentos y de cómo operan en
conjunto con la finalidad de poder penar a los revoltosos, como medida
sancionatoria entre todos los boliches participantes.
LAS GENERACIONES MÁS JÓVENES
Según explicó un funcionario de seguridad,
que desempeña tareas como tal desde hace muchos años, y que prefirió no ser
identificado pero que fue consultado para este informe, “aunque las
generaciones cambian cada 5 años aproximadamente los gurises que salen, siempre
son los mismos, y se sabe quienes son”, sostuvo con la finalidad de identificar
a los más revoltosos y separar del ambiente a quienes simplemente salen a
divertirse. “Ahora las edades oscilan entre los 16 y los 20 años de edad, son
muy jóvenes, más audaces y se creen que se llevan el mundo por delante”, aclaró
desde su punto de vista.
Asimismo señaló que tanto como los jóvenes se
actualizan en todo lo que ocurre en la noche salteña, también ellos como
guardias de seguridad lo hacen.
Catalogando a quienes cumplen la misma tarea
como “una familia”, haciendo referencia a que si un joven es sancionado en uno
de los boliches que conforman la movida nocturna, porque protagonizó algún tipo
de problema y fue expulsado, esa misma sanción la hacen cumplir en los demás
boliches con la finalidad de evitarse problemas también ellos, y aseguró que
cuando llevan a cabo esta medida, la misma “arroja buenos resultados”.
Por otro lado, dijo que “la cantidad de personal
depende de las personas que está previsto que asistan al boliche”. Ya que
sostuvo que con el advenimiento de los nuevos medios tecnológicos, esto les
permite saber con antelación la asistencia que podrán tener esa noche.
“La mayoría de los jóvenes compra las entradas
que se venden con anticipación a través de las redes sociales y entonces ya
cerca de las ocho de la noche calculamos la cantidad de jóvenes que asistirán,
y entonces ahí vemos cuánto personal es el que vamos a necesitar”, dijo el
empleado de uno de los locales bailables.
LA DROGA
No obstante, dijo que el consumo de drogas en
Salto se ha incrementado notoriamente, y admitió que este problema, es uno de
los disparadores para que ocurran incidentes adentro de los boliches nocturnos.
Aunque señaló que en general, los conflictos son
disuadidos por el personal de seguridad de un boliche antes que pase a mayores
y comenta que “líos (adentro de los locales bailables) siempre hubo”, señalando
que esto no ha cambiado en los últimos años.
Por otro lado, el informante sostuvo que la
seguridad del boliche tiene como objetivo, la prevención de los incidentes
“dentro del local” bailable. Pero afirmó que si “ocurriera un incidente afuera,
teniendo en cuenta que muchos empleados de seguridad son policías, dentro de
las posibilidades que tienen de actuar pueden tomar intervención”.
Añadió a su vez que “la policía siempre está,
aunque es difícil estar en el momento justo cuando ocurre algo”.
EL GUARDIA TIENE POTESTAD
PARA DISPONER SI ALGUIEN ENTRA O NO
Asimismo, el guardia de seguridad consultado
para este informe, indicó que si un joven está penado por “armar lío” dentro
del boliche, y no puede ingresar por dos o tres fines de semana, porque así lo
dispone el jefe del personal de seguridad de cada boliche, “que es el que tiene
la potestad ante el dueño del local de no dejarlo ingresar, si lo considera
necesario”, la medida se cumple a rajatabla.
Porque entienden que es una manera de educarlos
para que no sigan cometiendo hechos de esta naturaleza. Y sostiene que la
medida tiene un alto nivel de acatamiento entre los penados.
Indicó asimismo el guardia consultado por este
diario, que “además, cuando una persona es expulsada por otro guardia de
seguridad, éste debe informar al jefe del personal de esta tarea, de quién se
trata, para poder individualizarlo al sancionado, y debe esgrimir los motivos
por los cuales lo expulsó del local bailable.
Señaló que esa información se procesa con el
encargado de la seguridad del boliche, con la finalidad de que éste disponga si
debe proceder o no la medida de sanción que se le pretende imponer.
Ángelo Volpi, con más de 25
años en el ejercicio de la Seguridad
“Es un tema que se está
manejando mal, por falta de capacitación y apoyo de dueños de locales
bailables”
Angelo Volpi Lahirihoy tiene en su haber más de
25 años de experiencia como trabajador de la Seguridad, ha realizado varios
cursos de capacitación en el país y en el exterior.
Volpi asegura que a menudo se dan circunstancias
de violencia en discotecas y boliches, pero no todos salen a la luz pública.
“Todos los fines de semana hay problemas… a
veces no se dan dentro del baile o si ocurren allí no se les da resonancia
porque no hay denuncia, la Policía no se entera y si se entera hace oídos
sordos” – declaró.
Considera que los boliches en Salto “se están
manejando mal con el control por parte de las autoridades”.
Muchas de las situaciones violentas que se dan
en la costa y en los boliches nocturnos no son denunciadas… los dueños de los
locales se están manejando mal con la Seguridad.
“Se está manejando mal la Policía, pues muchos
de ellos están trabajando en los locales y no pueden actuar, porque no están
dentro del 222, están desarrollando las tareas de guardia de seguridad siendo
policías, viéndose limitados en sus movimientos”.
Ángelo Volpi opina desde su experiencia que no
está mal que la Policía pueda trabajar como guardias de seguridad, pero “deben
hacerse responsables”.
No cualquiera puede ser guardia de seguridad o
policía, no hay una buena capacitación.
“En este momento en Salto existen solamente tres
personas que están debidamente capacitadas, que han trabajado en espectáculos
públicos, recitales, desfiles y como guardias personales”.
- ¿Se ve más violencia que en años
anteriores?
- “Pienso que no… el problema radica en que de
la forma de trabajo se tiene que hacer cargo el boliche.
Todo el mundo sabe cuales son las personas
problemáticas que siempre generan disturbios, lo que generalmente llegan
tomados y arman líos.
Los que trabajan en la seguridad saben quienes
son.
Los guardias de seguridad tienen que contar con
el apoyo de los dueños de los locales bailables… no pueden dejar entrar a las
personas causantes de problemas, por unas pocas entradas.
- ¿El guardia no tiene la potestad
absoluta?
- “No… por eso el encargado de la seguridad,
debe contar con la mano derecha del dueño.
Cuando el guardia dice él no entra y el dueño
debe asentir y no meterse, entendiendo que éste está haciendo correctamente su
trabajo.
Si lo hace bien, salva la mitad del baile.
LOS QUE LLEGAN A LAS 4 DE LA
MAÑANA ALCOHOLIZADOS “HAY QUE PONER MANO DURA”
Uno de los grandes problemas se genera a raíz de
que muchos ingresan a los bailes alrededor de las cuatro de la mañana
alcoholizados lo que los desinhibe de muchas cosas.
“De drogas ni hablar… la podemos advertir en la
calle a diestra y siniestra… es solo ir a la placita del puerto.
Si nos sentamos a tomar mate podemos ver que se
están armando los porros o con la bolsita de nylon.
También la cocaína sigue circulando pese a los
controles.
Hay que poner mano dura… se han hecho muchas
capacitaciones, pero seguimientos… autorizaciones…
La Policía tiene que estar apoyada por los
jueces.
No hay un nivel de especialización como en
Crimen Organizado que ha venido recientemente de Montevideo. Estamos muy
limitados” – enfatizó Volpi.
UNA PROBABLE SOLUCIÓN
Una muy buena medida – a su entender – se adoptó
en Argentina desde hace más o menos dos años.
“Los boliches deben abrir las puertas para que
la gente ingrese a las 11 de la noche, a las dos de la mañana se cierran las
puertas y no puede entrar nadie más.
Los bailes son hasta las 6… a las 4 y media 5 la
capacidad del boliche debe estar a menos de la mitad.
A esa hora la música debe bajarse de volumen y
el nivel… entrar con melodías o cumbias lentas.
La gente entonces se va retirando despacio.
En Argentina esta medida ha dado muchísimos
resultados, a aquellos lugares que la respetan. También han multado y
clausurado muchos lugares por no seguir las reglas”.
Si el dueño del local infringe las infringe,
primeramente le llega una multa… ya por segunda vez, directamente se le cierra
la discoteca o boliche.
Últimos años dejaron un muerto
y un herido de bala en la movida nocturna
Agredido en la riña de la costa
dijo que fracturas sufridas le depararán dos meses de recuperación
“Voy a ir porque quiero hacerlo por mi amigo”,
dijo anoche uno de los denunciantes de la riña ocurrida el pasado
domingo 15 de julio en la Costanera Norte, refiriéndose a la medida dispuesta
por el juzgado penal de 4º Turno, que ordenó la reconstrucción del hecho para
el martes 31 en horas de la tarde. Algo que asumió, debido al estado físico y
emocional en el que se encuentra que “no será fácil, pero tengo que hacerlo”.
Cuando Martín Colombo vino a Salto junto a dos
amigos a pasar un fin de semana, no sabía que el desenlace sería terminar
protagonizando una riña en la que uno de sus compañeros terminó gravemente
herido y aún permanece internado en CTI de la Médica Uruguaya en Montevideo.
El hecho tuvo una repercusión a nivel nacional
que resultó de vital trascendencia para el andamiaje del caso en la órbita
judicial. “A nosotros nos parece bien que se haya dado a conocer el caso,
porque las cosas que pasan tienen que informarse, más cuando ocurren estos hechos,
que son de mucha violencia”, dijo Colombo.
El joven consultado por este diario, dijo que en
su caso, presenta lesiones como el de una fractura que según dijo “le llevará
dos meses en curarse. Además estoy yendo al otorrinolaringólogo para sanar mi
lesión de oído”.
Sin embargo, Colombo dijo estar convencido de
tener que venir a Salto el próximo martes para la reconstrucción del caso, y de
esa manera poder aportar algunos elementos a la Justicia e identificar a sus
agresores.
El caso fue el disparador del replanteo de los
temas de seguridad en la Costanera Norte al más alto nivel jerárquico de la
Jefatura de Policía. Al principio denotaba ser un “lío más”, pero después los
funcionarios consultados dijeron que “el caso generó una polémica que debe ser
reconsiderada”.
Si bien los hechos violentos no ocurren con
frecuencia en la movida nocturna, la Costanera Norte ha sabido ser escenario de
hechos sangrientos.
OTRO HECHO
En noviembre del año pasado, un joven resultó
baleado y su heridor fue enviado a la cárcel por un delito de tentativa de
homicidio. Se trató de un delito bastante complejo por la severidad del caso,
sobre todo por la utilización del uso de un arma de fuego para cometer una
lesión a una persona con la que al parecer, no había habido ni siquiera una
disputa.
No obstante, el juez lo envió a prisión, al
tiempo que el caso del joven herido dejó en evidencia, ya en esa oportunidad,
la falta de seguridad que existe en la movida nocturna de la Costanera Norte,
donde no había operativos para prevenir este tipo de incidentes.
Ese hecho había ocurrido a la salida de un local
bailable, sobre las 6:20 de la mañana de un domingo, frente a un local bailable
de la Costanera Norte, allí se encontraba una persona herida de arma de fuego.
Al llegar al lugar, los funcionarios divisaron a un hombre que se encontraba
“semi inconciente”, por lo que fue trasladado de urgencia al Hospital donde
quedó internado en C.T.I. de dicho nosocomio.
El joven de 25 años que protagonizó este caso,
había sido herido de un balazo. También en este caso, los efectivos de la
Seccional Quinta de Policía concurrieron tras ocurrir el incidente y se
encontraron con una moto incinerada, la que fue sofocada con apoyo del personal
del Destacamento de Bomberos. La Policía realizó una exhaustiva búsqueda por la
zona, localizando luego al heridor que fue procesado por la Justicia.
Un año antes, un joven hirió a otro de una
puñalada y lo mató, tras mantener con el mismo severas desavenencias a la
salida de un local bailable. Fue en agosto del 2010. En el mismo lugar donde tiempo
después fue herido de bala el joven señalado más arriba.
En este último caso, luego de ingerir bebidas
alcohólicas, los dos protagonistas del caso se tomaron a golpes de puño y uno
de ellos le asestó una puñalada mortal a su contrincante.
Este tipo de hechos son considerados aislados
por la Policía, aunque cuando ocurren generan conmoción en la opinión pública.
Si bien la Policía lleva adelante operativos de seguridad con decenas de
policías durante las fechas especiales del año, el caso es que actualmente, no
se cumplen operativos que permitan el patrullaje intenso por la zona y la
prevención en ese sentido, de actos de violencia como los ya registrados.
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