"Nada que se hace sin pasión vale la pena" - Ernesto Sábato

29 de enero de 2012

Comenzó el carnaval y el público se volcó a las calles, las cuadras privadas hicieron la diferencia

Un carnaval distinto fue el que se vivió anoche en nuestra ciudad. Mucha gente, un colorido singular y un despliegue importante pautaron la noche en que unos 20 conjuntos, cabezudos y carros alegóricos divirtieron al público que se agolpó sobre la calle Uruguay para poder disfrutar de la fiesta.
El carnaval fue catalogado como de “éxito” por parte de los integrantes de la comisión de fiestas y eventos que estuvieron en todo momento trabajando durante el desfile para que las cosas salgan tal cual lo programado.
Al tiempo que la Policía desplegó en total unos 70 efectivos tanto por la principal arteria, como las calles adyacentes para poder controlar la seguridad ante lo que se especula fue una concurrencia de unas 40 mil personas entre las 9 calles que albergaron al desfile inaugural de carnaval.

COMO ESTABA PREVISTO...
El espectáculo dio comienzo a la hora señalada. A las diez en punto de la noche, comenzaron los fuegos artificiales en la Plaza Artigas que oficiaron como señal de la apertura de la máxima fiesta popular uruguaya.
Allí abrió la carroza con la reina y princesas del carnaval y unos metros más atrás, otra carroza con la banda oficial del carnaval A Plena Samba. En ese momento, el jurado estaba pronto en el palco colocado por calle Uruguay casi Larrañaga y frente al mismo, se encontraban las autoridades invitadas, encabezadas por el Intendente, German Coutinho, que se encontraba junto a su familia.
En esa esquina colocaron dos andamios que sostienen una pantalla gigante y que permite tanto a los integrantes del jurado como a las autoridades poder observar el detalle de lo que estaba ocurriendo sobre la calle.

EL PUBLICO...
El cierre de cinco de las nueve calles que albergan el desfile de carnaval promovió que en las que no estaban cerradas, la gente se abarrotara y la visión además de ser casi nula fuera sumamente incómoda. Entre la calle Misiones Orientales y Rincón, se habrían aglomerado poco más de 10 mil personas que intentaban participar del espectáculo.
Al tiempo que otro número importante, aunque mucho menor, se encontraba en la cuadra de la Plaza de los Treinta y Tres, donde culminaba el desfile.
Empero, en las calles cerradas cuyas entradas estaban agotadas, con sillas a 40 pesos uruguayos, la panorámica era totalmente distinta. Se podía caminar sin inconvenientes y las filas de sillas se fueron ocupando paulatinamente pero sin alterar la libre circulación y la tranquilidad con la que podía observarse el espectáculo.
En cada esquina, había un sol y sombra colocado de lado a lado, para que no se pudiera ingresar libremente y dos funcionarios policiales acompañaban a un funcionario municipal que recibía las entradas de quienes habían pagado por una silla en esa cuadra. Aunque asimismo, mucha gente se arrimó pensando que abonando la entrada podía ingresar con sus hijos pequeños, pero el acceso les fue negado, ya que las entradas se venden únicamente en la Intendencia en los horarios publicitados.

Fuente: Diario El Pueblo

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